"Para amar a una persona y perdonárselo todo basta con contemplarla un rato en silencio. A veces vivimos durante muchos años al lado de otra persona y sólo vemos de verdad en el momento de sobrevenirle una desgracia."
Mostrando las entradas con la etiqueta fidelidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta fidelidad. Mostrar todas las entradas

lunes, 17 de marzo de 2014

Cuidando de un Pequeño y Joven Corazón: Belleza

Querida Abigail, hace poco más de un mes que no nos vemos. Este viaje se ha prolongado más de lo esperado, sin embargo, ha sido instructiva mi estadía en esta gran ciudad llena de múltiples vanidades y que al mismo tiempo está vacía de sentido y belleza.

He pensando hace algún tiempo en escribirte esto, aunque sé que mucho de esto ya lo aprendiste de tu madre, pero creo que será interesante que tengas la perspectiva y palabras de un hombre que te ama.

Sabes que tu madre y yo hemos procurado con mucho empeñó alimentar tu belleza interior y exterior, y a tus tan sólo 15 años estamos muy orgullos y satisfechos de ver cómo te has convertido en una joven piadosa, inteligente y también hermosa que vive para Dios. Creo que esto puede ser más como un recordatorio y algo instructivo que puedas compartir con otras jóvenes que han crecido en una cultura que valora la belleza como sensualidad y que como efecto contrarió ha generado que muchos lleguen a menospreciar el cuidado del cuerpo y despreciar la belleza real.

Debes recordar que es posible vestir decente y decorosamente, mientras que al mismo tiempo combinas correctamente la ropa y mantienes la estética (una palabra olvidada. Estudia la belleza de lo creado). ¿Por qué es necesario? No porque debas buscar atraer atención con tu vestir, ni porque tu ropa deba ser medio para resaltar tu cuerpo (por el contrario, debes buscar blusas que cubran adecuadamente tu cuerpo, pantalones que no marquen tu figura; eso implicará en ocasiones que debas comprar una talla más a la que corresponde, que debas coser bordes extras en tus blusas para que cubran tus caderas y pequeños arreglos para disminuir el tamaño de un escote); es necesario e importante, porque bíblicamente santidad es belleza, real belleza, libre de sensualidad, esa misma belleza que apreciamos en la multicolor y al mismo tiempo armoniosa creación.

Sé lo que el mundo piensa sobre el cuidado del cuerpo, y la mayoría vive en alguno de los extremos, ya sea idolatrando la salud, y por otro lado, sin preocupación alguna por ella. Nosotros somos cristianos, y entendemos la valoración de nuestro cuerpo físico como templo del Espíritu Santo, y como instrumentos para la expansión del Reino de Dios. No podríamos servirle estando enfermos, es por eso que debes tener un cuidado reverente de tu cuerpo y tu salud.

Sé cuidadosa en tu alimentación, sé que puede requerir cierto esfuerzo y organización, pero procura comer saludablemente, frutas y verduras son muy importantes para tu organismo; toma diariamente una medida prudente de agua para hidratarte, nunca en exceso; evita las harinas y grasas en cuanto sea posible; procura usar sombrero para cuidar la piel de tu rostro; cuidar tu piel no es pecado, es necesario que uses alguna clase de protección solar dado lo dañino que puede ser la exposición solar hoy en día a causa del efecto del pecado en la creación; sé disciplinada en practicar ejercicio físico regularmente; y por último, en medio de todo busca agradar a Dios con tu cuerpo. Somos cristianos, y Dios nos salvó por medio de su Hijo para que le sirvamos y adoremos con todo nuestro ser, eso incluye nuestro cuerpo y nuestra salud.

Te amo pequeña Abigail, espero estar pronto contigo para poder guiarte más en este caminar hacia nuestro verdadero hogar.

Tu padre.

[Dalbert - Caring for a Little and Young Heart]

martes, 25 de junio de 2013

LA BELLEZA DE LA PUREZA



Después de la publicación de la foto de Bre y su esposo Josh, hubo una reacción casi viral, Bre decidió empezar un blog llamado: El Poder de la Oración, para compartir la historia detrás de la imagen.

La pureza sexual no es fácil hoy en día. Pero Dios nos llama a mantener a salvo la intimidad sexual para la relación del pacto del matrimonio. Hebreos 13:4 dice: "Tengan en alta estima el matrimonio y la pureza conyugal, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales.” Para quienes han desobedecido la orden de Dios hay gracia y perdón a través de Jesús. Y esta misma gracia debe motivar a todos nosotros - a pesar de nuestros errores del pasado - a ser santos como nuestro amoroso Padre Celestial es santo (1 Pedro 1:15-16). Si estás saliendo o estás comprometido y luchando para honrar al Señor en tu relación física, yo ruego que la historia de Bre y Josh te anime. ¡Obedecer a Dios es siempre lo mejor!

La Historia Detrás De La Foto
Momentos antes había ido a caminar por el pasillo, mi futura suegra entró en el vestuario donde mis damas de honor y yo estábamos con risas nerviosas y revoloteando por terminar detalles de última hora.

"¡Cariño, tu novio está llamándote!”

Hecha un manojo de nervios le dije: "¿Qué? ¡No estoy lista! Tengo que ponerme mis zapatos y..." Ella ya había tomado mi mano y me llevó a una esquina, donde mi novio estaba esperando. Apenas me senté, me llené de tanta expectación! Tanta emoción! Muchos nervios!

"¿Le gustará mi vestido? ¿Se ve bonito mi cabello? ¿Puede verme?"

Justo a la vuelta de la esquina se sentó mi futuro marido; estaba nerviosa, por si él podría verme y con la esperanza secreta de echarle un vistazo a él. En mi estado de nervios yo fui la primera en hablar,

"¡Hola cariño! ¡Nos vamos a casar hoy!"

"Lo sé querida y yo quiero orar contigo antes que lo hagamos."

Allí nos sentamos alrededor de la esquina tomados de la mano, y juntos bajamos la cabeza. La gente estaba corriendo alrededor, y el coordinador de la boda dirigía a las personas aquí y allá, los fotógrafos tomando fotos y los invitados a la fiesta de boda disfrutaban la compañía unos de otros. Sin embargo, en ese momento, en la quietud de nuestros corazones y mentes, mi marido y yo estábamos solos en la presencia de nuestro Salvador, Jesucristo.

Mi marido pidió a Dios que bendiga nuestro matrimonio, que a en las buenas o en las malas juntos nunca perdiéramos la esperanza en el otro. Que en lugar de centrarnos en las imperfecciones de ambos, que siempre nos basaríamos en la perfección de Cristo. Que nos levantaríamos todos los días para escoger amar al otro no a través de nuestra propia fuerza, sino por el poder del amor perfecto de Cristo.

Con nuestras manos apretadas con fuerza el uno al otro, juntos dijimos "Amén", ambos con voz temblorosa, mientras me llevaron lejos limpié las lágrimas de mi cara y me puse el velo.

Después de que mis damas de honor, madre, suegra y cualquier otra chica en la sala me habían terminado de comprimir, rizar, ponerme y quitarme hasta hacerme sonrojar, me miré en el espejo. Allí estaba yo, llevaba mi vestido de novia blanco puro, listo para caminar por el pasillo hacia mi príncipe azul.

Mira, no es sólo mi príncipe azul por su aspecto increíblemente guapo, o su maravilloso humor, o el hecho de que tenemos mucho en común. Él es mi príncipe azul porque me ayudó a proteger el don más precioso que poseía, mi pureza.

Poco después de haber empezado a salir con él, nerviosamente le dije a mi príncipe que yo era virgen y planeaba serlo hasta la noche de mi boda, a lo que respondió que él nunca lo había pensado de otra manera.

A lo largo de nuestras salidas y el compromiso, constantemente luchamos y a veces se sentía como una batalla perdida. Luchamos contra la tentación, con la oración, las Escrituras y la rendición de cuentas. Había amigos vigilando que no estuviéramos juntos hasta tarde en la noche y que él se reuniera regularmente con otros hombres de Dios a orar por fuerza. A veces, sobre todo cuando la boda se acercaba, pensábamos que estábamos tratando de hacer lo imposible.

"¿Por qué estamos haciendo esto?" Me preguntaba en mi debilidad y él me recordaba: es porque Dios nos había dicho demasiado.

"No puedo hacerlo, no puedo ... esto es demasiado duro!" él me confesaba y yo oraba por su fuerza.

Cuando caminaba por el pasillo con mi vestido blanco, miré directamente a los ojos del hombre que se había puesto a sí mismo para proteger y honrar a la esposa que Dios le había dado.

Cuando sus ojos se cruzaron con los míos, él vió al rostro de la mujer que había esperado para él, la mujer que lo apoyaría y lo amaría por el resto de su vida, en las buenas y en las malas.

Comparto todo esto porque en esa oración que hicimos, que fue capturada aquí en la cámara, le pedimos al Señor que usara nuestra boda para darle a Él toda la gloria que merece por derecho. No habríamos llegado a donde estábamos en nuestra propia fuerza, sino por Su mano de protección sobre nuestra relación.

¡Dios ha usado esta foto para inspirar a cientos de miles de personas ya y por eso hemos sido humillados y honrados! Quería dar un paso más allá y dar a Dios la alabanza y agradecimiento por cómo llegamos a esa esquina tranquila, tomados de la mano y listos para comenzar nuestra vida juntos.


Fuente: The Beauty of Purity [Joshua Harris
Traducción: Angélica R. Santos
Edición: Rubén RuYs
Fotografía: Kim D. Burke

También es La Belleza de la Pureza (Slice of Love - Facebook)